Jesús dijo: "Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre...
El que come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene vida eterna...
permanece en mí y yo en él"
Juan 6, 51.54.56
La Eucaristía es "fuente y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11).
La Eucaristía es el centro de nuestra vida cristiana.
La Eucaristía es el corazón y la cumbre de la vida de la Iglesia, pues en ella Cristo asocia su Iglesia y todos sus miembros a su sacrificio de alabanza y acción de gracias ofrecido una vez por todas en la cruz a su Padre; por medio de este sacrificio derrama las gracias de la salvación sobre su Cuerpo, que es la Iglesia (CCC1407).
La Eucaristía no es un signo o símbolo de Jesús, sino Jesús mismo en y a través de las especies eucarísticas.
Durante la Misa, el sacerdote, por el poder de su ordenación y la acción del Espíritu Santo, transforma el pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Jesús. A esto se le llama transubstanciación. Mediante la consagración se produce la transubstanciación del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Bajo las especies consagradas del pan y del vino, Cristo mismo, vivo y glorioso, está presente de manera verdadera, real y sustancial: su Cuerpo y su Sangre, con su alma y su divinidad. (CCC 1413).
La Iglesia considera la edad de 7 años como la edad del uso de razón. Si su hijo tiene entre 7 y 18 años, y ha sido bautizado católico, consulte nuestro programa de Preparacion Sacramental para la Primera Reconciliación y Comunión o contacte a la Sra. Ileana García al 910-689-5603 para más información.
Facilitamos Clases para que adultos puedan recibir sus Sacramentos. Por favor, contacte al Diácono José Meléndez para más información.